El impacto generado en las comunidades atiende las tres verticales: social, económico y medioambiental. Más de 240 familias han participado en esta fase, recibiendo en promedio $1000 UDS por agricultor en el primer ciclo de cosecha y casi duplicándose al segundo ciclo mientas los intereses se reducen. La organización en grupos ha mejorado su forma de trabajar, beneficiándose de mejores condiciones comerciales para adquirir fertilizantes y vender su café.